No os voy a hablar de la vuelta al cole, ni del gasto en libros y material, el extrés de la rutina ni de si estoy a favor o en contra de los deberes. La verdad que en septiembre nos bombardean con todo eso y al final cada uno hace lo que puede y lo vive a su manera... Yo os voy a hablar de ese momento en el que los niños deciden cambiar de extraescolar y te ves inmersa en otro mundo, otras reglas, otros conceptos... Cuando ya tenía claro cómo se compraban patines de patinaje artístico, qué cosas puntuaban a favor, las que penalizaban, qué equipación necesitaban... Me encuentro con que los niños deciden cambiar de deporte ( lamentablemente por falta de aptitud pedagógica y motivación de una entrenadora) y no sólo eso sinó que ya no quieren hacer el mismo deporte los dos, ni ir siquiera al mismo club.
Es cuando ese minuto de pánico empieza ¿y ahora? Y tras la decisión: Judo y Gimnasia Rítimica, toca recabar información de clubes, horarios precios... Pero los astros se han alineado y resulta que no muy lejos de casa pueden hacer los deportes elegidos y lo más increïble...¡Cuadran los horarios de las dos deportes y no interfieren con el inglés! Y como si me hubiera tocado la lotería...resulta que me encuentro con una hora sin niños , dos tardes por semana, en que yo también puedo ir a ese club a hacer gimnasia.
Pero a lo que iba... a mi que me gusta saber dónde me meto... resulta que de gimnasia rítmica aún sé algo (fué una de las mil extraescolares que probé de pequeña) aunque tendré que refrescar cosas seguro por puro interés, pero de judo... ¡Ni idea! Sólo sé que llevan quimono, cinturones según categorías y que entrenan en el tatami. Así que ahora toca investigar o en el primer encuentro aplaudiré desde la grada cuando no toca jejeje Lo que es verdad que la calidad humana de la entranadora y entrenador se han percibido desde el minuto uno . Y la ilusión del niño diciendo : "mamá los entrenadores hacen los ejercicios para enseñarte y te miran todo el rato" te da alegría y a la vez refleja que en el antiguo club las cosas no se hacían del todo bien... Y esa es mi reflexión final, cuantos profesores hemos tenido en extraescolares que fueron deportistas de pequeños y sin más un buen día hacen de entrenador@ sin cuestionarse si saben enseñar. No, no es lo mismo haber sido bueno en un deporte que ser bueno en saber enseñarlo, transmitir motivación, saber explicarse, tener tacto y conseguir resultados de aprendizaje.. ¿Nos preguntamos sobre si además del horario o el precio,el profesor de la extraescolar no sólo sabe de la materia sinó que también sabe enseñar?
Puede ser clave no sólo en si aprenden o no los niños sinó tambien en los valores y sensaciones que quedan en su subconsciente ante las vivencias de esa actividad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario